Dásela

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martes, 28 de octubre de 2014

REALIZADA CON ÉXITO LA CHARLA DEBATE SOBRE LAS PROSPECCIONES EN EL SAHARA Y CANARIAS

Ayer lunes, a las 19.00 horas, en el Salón de Actos del Edificio de Humanidades de la ULPGC se desarrolló con éxito la charla debate sobre las prospecciones petrolíferas en Canarias y el Sáhara titulada: Ni Repsol, ni Kosmos: Expolio y Medioambiente en aguas de Canarias y el Sahara. La actividad resultó de gran interés para ampliar la información sobre ambos procesos y reforzar los lazos de hermandad entre ambos pueblos ante la amenaza impuesta desde el exterior. Adjuntamos fotos sobre el acto. El audio de la charla se encuentra en la sección AUDIOS, situada en la columna de la derecha. 





jueves, 23 de octubre de 2014

CHARLA DEBATE: NI REPSOL NI KOSMOS: Expolio y medioambiente en aguas de Canarias y el Sahara

Foro Solidaridad 2.0 participa en la organización de esta charla debate para denunciar tanto las prospecciones petrolíferas de Repsol en aguas canarias como las prospecciones de la petrolera Kosmos que el gobierno marroquí autoriza en los territorios ocupados del Sahara Occidental. La actividad se celebrará el próximo lunes 27 de octubre a las 19.00 horas en el Edificio de Humanidades de la ULPGC situado en la calle Pérez del Toro, 1, junto al Obelisco.


domingo, 29 de junio de 2014

DECLARACIÓN AUDIENCIA DEL TRIBUNAL PERMANENTE DE LOS PUEBLOS

DECLARACIÓN AUDIENCIA DEL TRIBUNAL PERMANENTE DE LOS PUEBLOS
GINEBRA, 23 DE JUNIO DE 2014

El día 23 de junio de 2014 se realizó en Ginebra una audiencia del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP).
El jurado del TPP, conformado por Juan Hernández Zubizarreta (presidente), Roberto Schiattarella, Francesco Martone, Renata Reis y Beverly Keene, consideró doce casos en los sectores de la minería, el petróleo y el agua, presentados por defensores y defensoras de los derechos humanos y representantes de comunidades afectadas por Glencore (Filipinas, Zambia, Perú, República Democrática del Congo, Colombia), Pacific Rim (El Salvador), Lonmin (Sudáfrica), Chevron (Ecuador), Shell (Nigeria), Mekorot (Palestina), Coca-Cola (Colombia) e Hidralia Energía (Guatemala).
El jurado reconoce, en la preparación y presentación de los casos, el esfuerzo de las defensoras y defensores de derechos humanos y representantes de las comunidades y pueblos –así como de la legitimidad de sus resistencias–, con el apoyo de movimientos sociales, organizaciones de la sociedad civil y diferentes redes.
La sentencia del TPP de Madrid, en la que se inspira esta audiencia, constató los enormes daños que frecuentemente causan la apropiación y la explotación económica y social realizadas por las empresas transnacionales (ETN) europeas en América Latina y, en general, el hecho de que su poder no tiene contrapeso jurídico alguno.
La sentencia de Madrid destacó el carácter instrumental de la responsabilidad social empresarial, y además denunció como inmorales e ilícitas:
  • las conductas de las ETN;
  • las prácticas del modelo capitalista neoliberal, fomentadas por los Estados más industrializados y las instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio y la Unión Europea;
  • la actitud de los Estados miembros de la UE donde se encuentran las sedes de las empresas mencionadas, por sus políticas de apoyo incondicional a las mismas;
  • la actitud de los Estados receptores de las ETN, al establecer marcos legales e institucionales que permiten la violación de los derechos que están obligados a proteger.
Consecuentemente, el Tribunal recomendó la adopción de un código de conducta vinculante para las ETN y la definición de una arquitectura institucional que asegure su aplicación y justiciabilidad a través de un tribunal económico internacional y un centro internacional para el control de las ETN.
Nos encontramos en Ginebra mientras los países miembros del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas están debatiendo sobre la posibilidad de que se cree un grupo de trabajo que elabore normas vinculantes para controlar a las ETN y, por otra parte, un gran número de movimientos sociales de todo el mundo, vinculados a la campaña Desmantelando el Poder Corporativo, van a presentar el Tratado Internacional de los Pueblos para el control de las empresas transnacionales. Todos estos esfuerzos y propuestas se realizan en el marco de un nuevo orden jurídico de regulación de las actividades de las ETN, que permita terminar con la extrema impunidad con la que actúan, tal y como se refleja en el conjunto de casos analizados en esta audiencia.
2. Valoración de los casos
Los casos analizados en esta sesión constituyen una muestra sumamente representativa de la conducta de las empresas y de sus prácticas de violaciones de derechos (ver Anexo). Esta audiencia constata una vez más que las violaciones perpetradas por las ETN no constituyen casos aislados y sin conexión; son prácticas sistemáticas que se repiten alrededor del mundo, como expresión de la arquitectura de la impunidad.
Destacamos las siguientes violaciones de derechos humanos:
2.1 Daños para la vida:
Medioambiente: Contaminación de la tierra, del agua y del aire
Amenazas a la soberanía alimentaría
Amenazas a la salud pública
Los casos presentados, en su totalidad, demuestran que la actuación de las ETN generan daños irreparables a las comunidades, puesto que violan los derechos humanos de los pueblos, su integridad física, la naturaleza y el medio ambiente, sus condiciones de vida, su salud y su soberanía alimentaria.
 2.2 Privatización de bienes públicos y del agua y despojo de tierras
 2.3 Destrucción y acaparamiento de las tierras y los territorios ancestrales de los pueblos indígenas y afrodescendientes 
2.4 Ataque a los derechos de las mujeres y los derechos laborales y explotación del trabajo infantil
2.5 Persecución de defensores y defensoras de los derechos humanos
Las empresas transnacionales generan un ambiente de intimidación y violencia contra los defensores de derechos humanos, incluso a abogados y abogadas que, en el ejercicio de su profesión, sufren toda suerte de amenazas, presiones y persecución judicial.
2.6 La violencia, la represión y criminalización que promueven las empresas transnacionales contra los movimientos sociales y sindicales, pueblos en resistencia y trabajadores como los de masacre de Marikana en Sudáfrica.
La ejecución de las mismas se llevan a cabo por medio de grupos policiales y militares, paramilitares y de empresas de seguridad privada, así como también otras instituciones de los Estados receptores.
 2.7 Acceso a la justicia
En los casos tratados, el acceso a la justicia y a la reparación por parte de las víctimas se ve gravemente afectado por la falta de recursos, así como por las implicaciones políticas y de seguridad, y aún mas por las asimetría de condiciones para litigar.
2.8 Jurisdicción
La instrumentalización de las reglas sobre jurisdicción y competencia representa un obstáculo más a la justiciabilidad de los derechos de los pueblos.
2.9 Complicidad de los Estados
La Audiencia permitió constatar que los Estados matriz de las empresas acusadas (Suiza, Estados Unidos, Canadá, Israel y países de la Unión Europea) mantienen su complicidad a través de acciones y omisiones en la promoción y en el mantenimiento de los abusos perpetrados.
Asimismo se constató el papel deficiente de los Estados receptores de las ETN, sea por debilidad de los gobiernos, por connivencia o por las limitaciones impuestas por los diversos instrumentos de defensa de los intereses de los inversionistas (tales como los Tratados y Acuerdos de Libre Comercio e Inversiones, la cesión de jurisdicción, los mecanismos de resolución de conflictos inversor-Estado), que priorizan los privilegios y las ganancias de los inversionistas y de las ETN sobre los derechos de los pueblos. El tribunal arbitral del CIADI (Centro Internacional para el Arreglo de Diferencias sobre Inversiones) del Banco Mundial sigue formando parte de toda esta arquitectura de la impunidad.
Se destacó además el enorme desvío de recursos públicos en pro de las ganancias privadas de las ETN, y el endeudamiento y sometimiento a las Instituciones Financieras Internacionales y las condiciones de los mercados de capitales (cesión de jurisdicción, movimiento libre de capitales, etc.) a fin de traer y mantener las inversiones de las mismas.
3. Recomendaciones
Sobre la base del trabajo del TPP en sus diversas sesiones y como ha quedado reflejado en la sentencia de Madrid y en esta Audiencia en Ginebra, el jurado propone:
Al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas:
I. Que elabore un Tratado obligatorio para el control de las ETN, que tenga en cuenta, entre otros aspectos, la obligación de las ETN a respetar las normas internacionales en materia de derechos humanos y de su responsabilidad civil y penal en el caso de incurrir en violaciones a los mismos, y las obligaciones de los Estados con relación a la regulación y control de las ETN. 
II. Que apruebe la creación de una Corte Internacional sobre Corporaciones Transnacionales y Derechos Humanos, que complemente los mecanismos universales, regionales y nacionales y garantice acceso a una instancia judicial internacional independiente a las personas y comunidades afectadas.
III. Que apruebe la creación de un Centro Público de Empresas Transnacionales encargado de analizar, investigar e inspeccionar las prácticas de las ETN.
A los Estados y a los Organismos Internacionales, que asumen sus obligaciones de acuerdo a las obligaciones internacionales sobre Derechos Humanos, laborales y del medio ambiente incluyendo entre otras acciones:
I. Que garanticen y protejan a los pueblos, comunidades y hombres y mujeres afectadas por las ETN y aseguren el acceso a la justicia y el derecho a la compensación y reparación.
II. Que reconozcan y asuman sus responsabilidades de acuerdo con los Principios de Maastricht sobre las Obligaciones Extraterritoriales de los Estados en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, y que subordinen los mecanismos de apoyo a la internacionalización de las ETN por parte de los Estados al sistema internacional de protección de los derechos humanos, laborales y del medio ambiente.

III. Que prohíban o limiten el ingreso y establecimiento de inversiones contrarias a los estándares y obligaciones internacionales sobre derechos humanos, laborales y del medio ambiente que colisionen frontalmente contra los mismos.
IV. Que no sean recurridos ante paneles arbitrales internacionales los conflictos entre empresas transnacionales y Estados, que los Estados refuercen la competencia y capacidad de los tribunales nacionales para resolver los mencionados conflictos, y que los gobiernos y los parlamentos consulten —en línea y en audiencias públicas— con los movimientos sociales, sindicatos, ONG y pueblos autóctonos, entre otros, en las tomas de decisiones que afecten a los intereses de los mismos.

Anexo

Glencore PLC
La empresa acusada es la suizo-británica Glencore PLC, una empresa de extracción y comercio de metales, productos energéticos y agrícolas que opera en todo el mundo. Las acciones denunciadas, aunque presentan semejanzas y elementos comunes, ocurrieron en distintas áreas de cinco diferentes países, y fueron cometidas a través de diferentes subsidiarias, a saber:

Glencore en Filipinas
Testimonio: Rene Pamplona (Social Action Center-Marbel, representando los pueblos indígenas Bla'an - Alyansa Tigil Mina (ATM)

Resumen: La empresa ha sido denunciada por sus actividades en Filipinas, a través de Xstrata Copper, Indophil Resouces NL y Sagittarius Mines, Inc., en las municipalidades de Malungon (Sarangani), Columbio (Sultan Kudarat), Tampakan (South Cotabato) y Kiblawan (Davao del Sur), y en las  provincias de la Región Davao, y de las Regiones XI y XII. La empresa es acusada aquí de estafa, daños contra la propiedad, profanación de tumbas y lugares sagrados, detenciones ilegales, homicidios y otras violaciones de derechos humanos, que fueron perpetradas principalmente a través de la financiación, instrucción y despliegue de grupos militares y paramilitares, con el objetivo de promover el proyecto minero Tampakan Copper-Gold, que se prevé afectará directamente aguas, forestas y dominios ancestrales, y tendrá fuertes repercusiones sobre los pueblos indígenas locales, en particular los Bla'an. Estos hechos, así como  su continuación, suponen una violación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas, de la Convención 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales, y las locales Ley sobre Pueblos Indígenas de 1997 y el Código de Gobierno Local de 1991.

Glencore en Zambia
Testimonio: Edward Gorma (Centre for Trade Policy and Development)

Resumen: En el area de Mufulira, Zambia, y a través de la subsidiaria Mopani Copper Mines, la transnacional es responsable por la contaminación de tierras, aguas y aire, sobretodo por el efecto de las descontroladas emisiones de dióxido de azufre, que afecta dramáticamente a la fauna y flora locales, de las que las poblaciones indígenas dependen cuasi completamente por su sustentamiento, y asimismo a las mismas poblaciones que viven en el área, provocando gravísimas y comprobadas dolencias, sobretodo al aparato respiratorio. La empresa es asimismo responsable, como indicado por una auditoria independiente, por falsear sus cuentas con el objetivo de no pagar impuestos y desviar sus ganancias fuera del país, defraudando así a Zambia de las legitimas ganancias derivadas de la explotación de sus recursos naturales, de los que es soberana, y eliminando la posibilidad del país de llevar a cabo políticas publicas con lo recaudado de las actividades minera. Las actividades de la transnacional en este sentido, no sólo violan los más básicos derechos humanos y de los pueblos reconocidos en el derecho internacional, sino que además, como también reconoció una auditoria independiente, violan las normas OCDE sobre las actividades de empresas transnacionales.
Glencore en la República Democrática del Congo (RDC)
Testimonio: David Van Wyk (Benchmarks) (por Videoconferencia)

Resumen: En la República Democrática del Congo, en el área minera de Kolwezi, Katanga, y a través de su subsidiaria Kamato Copper Company, la empresa es responsable por permitir trabajo infantil y por emplear expatriados infrapagados que no conocen sus derechos y viven en condiciones de pobreza y marginación extremas, por orquestar fraudes y corrupción para el contrabando de minerales fuera del país, por evadir impuestos y obligaciones fiscales manteniendo sus cuentas y gestión secretas para las autoridades, por causar contaminación del aire y del agua, y finalmente por hostigar, a través de empresas subsidiarias de seguridad privada, a todos aquellos que protestan contra estas actividades. Todo esto viola los principios más básicos de los derechos humanos y laborales, y también, y más especialmente, los Principios Rectores adoptados por el Alto Comisario por lo Derechos Humanos, los Principios Voluntarios sobre Seguridad y Derechos Humanos de 2000, el Código de Naciones Unidas para los Oficiales Públicos (1979) y los Principios Básicos sobre el uso de Armas de Fuego por Oficiales Públicos.

Glencore en Perú
Testimonio: Jaime Cesar Borda Pari (Coordinación de Muqui Sur)

Resumen: En Perú la empresa transnacional es responsable por las actividades extractivas del sitio Antapaccay, en Espinar, Cuzco, y es acusada de violaciones de derechos humanos en este contexto, como la restricción violenta de movilizaciones comunes y la inhibición de investigaciones, actuaciones judiciales y acciones de los trabajadores, estas ultimas perpetradas por medio de abuso, intimidación y corrupción. Glencore es también responsable por la contaminación de aguas y tierras que causaron muertes, abortos, malformaciones y perdida de independencia alimentaria, entre otras cosas. Por lo anterior la empresa es acusada de violar lo Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos, basados en el deber del estado de proteger los derechos humanos, y el de las empresas de respetarlos y proveer acceso a un remedio por su violación, y asimismo de violar la Convención Americana de Derechos Humanos y los estándares laborales internacionales establecidos por la Organización Mundial del Trabajo.

Glencore en Colombia – casos PRODECO y El Cerrejón
Testimonio: Andrea Torres (Tierra Digna)
Testimonio: Luis Enrique Uriana  (Líder indígena del Resguardo Wayuu Provincial) – testimonio filmado

Resumen: En Colombia, a través de su subsidiarias PRODECO y Carbones del Cerrejón LLC, y de su participación en FENOCO, Glencore es responsable, además del fraude al patrimonio publico, evasión fiscal, e impago de royalties por más de 500.000.000 de Pesos, de incumplir de forma consistente y constante las obligaciones legales y contractuales relativas a la mitigación, prevención y compensación por los impactos ambientales derivados de sus actividades, en particular contaminación de agua, tierras y aire, deforestación no autorizada, intervención indebida en aguas y desviación de ríos, y vertido de deshechos tóxicos, entre otros. Además, debido a la actividad extractiva, la calidad de vida de las comunidades locales se ha visto fuertemente reducida, especialmente en lo que atañe conflictos sociales, tanto con la autoridad publica como con la empresa minera, militarización e intervención de la empresa en políticas locales, distorsiones demográficas, y restricciones al uso de la tierra, del aire y del agua, hasta el punto de causar desplazamientos forzados por la contaminación, por los cuales no fue proporcionada reparación alguna. Lo anterior constituye una violación del Pacto 169 del ILO sobre consulta previa, de la Convención Americana de los Derechos Humanos, de la Constitución Colombiana, del Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, como asimismo de los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos.
Pacific Rim en El Salvador
Testimonio: Saúl Baños (Mesa Nacional frente a la Minería Metálica de El Salvador)

Resumen: La empresa acusada es la canadiense Pacific Rim Mining Corporation, una transnacional del sector minero, por sus actividades en el Departamento de Cabañas, en El Salvador. Pacific Rim llevó a cabo actividades de exploración en el área, cuyos efectos provocaron que las comunidades afectadas, a sabiendas de lo daños que la minería habría podido provocar, se negasen a vender sus tierras y dejarlas a Pacific Rim para la extracción. En efecto, un informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza sobre el proyecto de mina El Dorado confirma estos temores en lo que atañe a impactos ambientales, reducción del acceso al agua, contaminación del agua, e impactos sobre la agricultura y la salud. La intención de Pacific Rim Corporation de explotar una mina de oro en Cabañas ha generado conflictos, agravado divisiones sociales, e incrementado amenazas y violencia que aún deben de ser investigadas en profundidad, incluyendo los asesinatos de varios ambientalistas de 2011. Pacific Rim, sin realizar estudios adecuados al respeto, negó de forma contundente estas alegaciones, y demandó por 300 millones de dólares a El Salvador delante del tribunal CIADI del Banco Mundial, aun cuando el centro de la controversia es entre Pacific Rim y las comunidades organizadas de forma independiente que se verían afectadas por su proyecto minero. El derecho internacional de inversión debe fomentar regímenes transparentes y de garantía, pero respetando normativas internacionales y nacionales de derechos humanos, que por contrario podrían ser dramáticamente afectados, en particular la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos, Económicos, Sociales y Culturales, la Constitución  y la Ley de Medio Ambiente de La República de El Salvador.
Lonmin en Sudáfrica
Testimonio: Joseph Mathunjwa (President of AMCU)  (Through Videoconference)
Témoignage : Joseph Mathunjwa  (Presidente de AMCU), una señora de Marikana (nombre por confirmar), y Dick Forslund (videoconferencia)

Resumen: La empresa acusada es la británica Lonmin, una empresa del sector minero especializada en extracción de platino, por sus acciones posteriores a 2004 en Marikana, Rustenburg, Sudáfrica. Por lo general Lonmin es responsable de los daños causados al medio ambiente por exceder en las emisiones de polvos, dióxido de azufre, y sulfuro de calcio, y por contaminar el agua con descargas ilegales de residuos tóxicos. Además, Lonmin está involucrada en la Masacre de Marikana del 16 de agosto de 2012, cuando 34 trabajadores fueron asesinados y 78 fueron heridos por la Fuerzas de Policía de Sudáfrica y por Lonmin Security, mientras protestaban pacíficamente para que Lonmin mantuviese sus promesas y les proporcionara un salario suficiente para vivir decentemente. La protesta fue el resultado de más de cinco meses de lucha, pero vistos los intereses del gobierno en las actividades de la empresa, no hubo recursos nacionales, regionales o internacionales por esta brutal interrupción, ni tampoco por los daños ambientales citados anteriormente. El comportamiento de Lonmin, como también la complicidad del gobierno de Sudáfrica, son en violación de derechos humanos internacionales, en particular de la Declaración Universal de Derechos Humanos, del Pacto Internacional de Derecho Civiles y Políticos, del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, como también de los estándares laborales internacionales fundamentales reconocidos por la Organización Internacional del Trabajo. 


Sección sector petrolero

Chevron en Ecuador
Testimonio: Pablo Fajardo (Unión de Afectados por Chevron-Texaco – UDAPT)

Resumen: La empresa acusada es la estadounidense Chevron (antes Texaco), por los daños ocasionados por sus actividades de extracción de crudo y gas en mas de un millón y medio de hectáreas de la Amazonas ecuatoriana a partir de 1964. La empresa admitió haber arrojado más de 60.000.000.000 de litros de residuos tóxicos en esa zona, y alrededor de 650.000 barriles de crudo en el suelo.  La reparación, impuesta por el Estado Ecuatoriano, fue mal realizada, resultando en un encubrimiento que hasta hoy no ha tenido ningún efecto paliativo del los perjuicios, que todavía continúan. En las áreas afectadas se registran índices de incidencia de cáncer extraordinariamente altos, y los pueblos Tetetes y Sansahuari que vivían ahí se extinguieron, mientras que los Cofanes, Sionas y Siekopai corren similar peligro, ya que tuvieron que huir a otras zonas. Además, los campesinos locales quedaron con tierras infértiles, y perdieron sus animales de corral, que murieron y siguen muriendo por la contaminación. Como también fue reconocido por todas las instancias judiciales de la República de Ecuador en 2013, cuanto el Tribunal Supremo condenó Chevron al pago de 9.500 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios, es evidente que las actividades citadas violan dramáticamente la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto de los Derechos Civiles y Políticos, y el Pacto de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, como asimismo la Constitución de la República del Ecuador – la primera en al mundo en reconocer derechos a la naturaleza.




Shell en Nigeria
Testimonio: Goodwin Ojo (Friends of the Earth Nigeria)

Resumen: La empresa acusada es la holandesa Royal Dutch Shell, por las actividades de su subsidiarias en Nigeria, en particular las de la empresa Shell Petroleum Development Company of Nigeria Limited (Shell Nigeria). Desde 1984 Shell Nigeria ha violado constantemente las leyes nigerianas sobre quema de gases, y con sus vertidos de petróleo ha transformado la fértil área del delta del Rio Níger en uno de los desastres ambientales más grandes del mundo. Muchos estudios, incluso el Informe de Asesoramiento de 2011 del Programa de Naciones Unidas para el Ambiente, confirman los efectos devastadores de la quema de gases tanto sobre las personas como el medio ambiente, reportando los perjuicios causados a más de 1 millón de personas por la contaminación de hidrocarburos en Ogoniland, donde se encontró benceno (un agente químico cancerígeno) en una cantidad 900 veces superior a la permitida por la Organización Mundial de la Salud. El sector pesquero de la zona es completamente destruido, como asimismo lo son la vegetación y las cosechas por el efecto de la lluvias ácidas, que también ha causado abortos, deformaciones congénitas, enfermedades respiratorias, y cáncer. Las consecuencias de las actividades de Shell Nigeria, indiscutidas en la substancia, son violaciones del Articulo 24 de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, que reconoce el derecho de todos a un medio ambiente favorable para su desarrollo, y de la Constitución del Gobierno Federal de Nigeria de 1999, que recoge diversos derechos fundamentales, como el derecho a la vida y la dignidad.

Sección sector de agua

Mekorot en Palestina
Testimonio: Abeer Al Butmeh (Stop the Wall / Pengon)

Resumen: La empresa acusada es la israelí Mekorot Isreali National Water Company, empresa publica que en colaboración con el estado de Israel es responsable por lo siguiente: implementar un régimen de apartheid y discriminación sobre el pueblo palestino a través de restricciones de suministro de agua a los palestinos para abastecer los colonos, y de precios discriminatorios, más altos para los palestinos que para los israelíes; apoyar a las colonias ilegales suministrando agua sustraída del territorio palestino, participando así en la ilegalidad de las mismas con la construcción de infraestructuras esenciales para su desarrollo, y cometiendo además el crimen internacional de saqueo de recursos naturales en territorio ocupado. La negación del derecho al agua es una violación del Articulo 11(1) del Pacto Internacional de Derecho Económico, Sociales, y Culturales, como asimismo de otros muchos por los que el agua es fundamental, como por ejemplo el derecho a la salud, la vivienda, y a la comida, pues es asimismo una violación del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, de la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, del Convenio de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, y de la Resolución 64/292 de la Asamblea General de Naciones Unidas sobre derecho al agua y sanitarios. Finalmente, dado que Israel es un poder ocupante en los territorios de la Franja de Gaza, West Bank, y Jerusalén, lo anterior también puede constituir un crimen de persecución y desplazamiento forzado, en violación de la Convención de Ginebra IV y del Estatuto de la Corte Penal Internacional.

Coca-Cola Company en Colombia
Testimonio: Javier Correa (SINALTRAINAL)

Resumen: La empresa acusada es la estadounidense Coca Cola Company, en cuanto retiene participación y control de las empresas mexicanas Coca Cola Femsa e Industria Nacional de Gaseosas S.A. (INDEGA), gigantes del sector de las bebidas embotelladas. Las actividades objeto de acusación tuvieron lugar entre 1996 y 2014, en Colombia, e incluyen amenazas de muerte, persecución judicial de sindicalistas de la organización Sinaltrainal, el favorecer el ingreso de tropas militares en la empresa, despidos improcedentes y/o arbitrarios, campañas de difamación, como asimismo la complicidad con el gobierno local, las fuerzas armadas y los grupos paramilitares en llevar a cabo encarcelamientos sin causa, la ilegalización del sindicato y la quema de su sede, la violación de convenios colectivo, el asesinato de diez trabajadores, y el encubrimiento de la contaminación del medio ambiente, del saqueo de recursos naturales, y del uso irracional del agua. Todo esto fue reconocido por el Tribunal Permanente de los Pueblos en 2008, por el Comité de Libertad Sindical de la Organización International del Trabajo (OIT) en sus recomendaciones de junio de 2001 – que no fueron respetadas, y en las medidas cautelares dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para 26 afiliados de Sinaltrainal. Se mantiene pues que las actividades de las empresas acusadas constituyan en violación de los convenios de la OIT, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de la Constitución de la República de Colombia, y de la Ley laboral del mismo país.

Hidralia Energía en Guatemala
Testimonio: Micaela Antonio Gonzalez (CEIBA Friends of the Earth Guatemala)

Resumen: La empresa acusada es la Española Hidralia S.A., transnacional que se ocupa de procesos de gestión del ciclo integral del agua – i.e. energía hidroeléctrica, represas, infraestructura, ingeniería civil,  abastecimiento y saneamiento. La empresa es acusada por las actuaciones de la empresa Hidro Santa Cruz, una sociedad participada y gestionada por Ecoener-Hidralia Energía, empresa subsidiaria de Hidralia dedicada al desarrollo de proyectos, obras de ingeniería y consultoría. Las actividades que se le contesta no son las que fueron llevadas a cabo en Santa Cruz Barrillas, Huehuetenango, Guatemala, entre junio 2007 y enero 2013, e incluyen en particular la complicidad con los gobiernos Español y Guatemalteco por la invisibilización, la criminalización y la persecución del pueblo Q’anjob’al y de la resistencia legitima al proyecto hidroeléctrico, como asimismo las reacciones violentas frente a la misma mediante intimidaciones, asesinatos, detenciones arbitrarias e ilegales, y despojo de tierras, en violación de los derechos humanos y de los pueblos establecidos en el derecho nacional e internacional aplicable, en especial en la Declaración Universal de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en la Carta de Naciones Unidas Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en las Normas Internacionales del Trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas de la OIT, en la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU, en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, y en la misma Constitución de la República de Guatemala.



domingo, 20 de abril de 2014

LAS EMPRESAS TRASNACIONALES FRENTE A LOS DERECHOS HUMANOS

Cómo habíamos anunciado, realizaremos una actividad sobre las trasnacionales, con la colaboración del Ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana, en dos escenarios diferentes. El primer acto se realizará en el marco del ESPAL y se realizará el próximo jueves 24 de abril con la conferencia "La Solidaridad y las Transnacionales" que se celebrará a las 20.30 con el ponente Juan Hernández Zubizarreta y la moderación del periodista Txema Santana. Recordar que Juan Hernández Zubizarreta es profesor de la Universidad del País Vasco- EHU y miembro de Hegoa. El acto se realizará en la sala Nelson Mandela del Teatro Víctor Jara.

Luego, el viernes será el acto que directamente organiza el Foro Solidaridad 2.0 que se celebrará a las 19.30 en la Casa de Colón y del que adjuntamos cartel. El acto versará sobre "Las empresas trasnacionales frente a los derechos humanos" en el camino hacia la construcción de redes contra-hegemónicas.


jueves, 27 de marzo de 2014

PRÓXIMA ACTIVIDAD SOBRE LAS TRANSNACIONALES

En el marco de nuestra apuesta por propiciar espacios de debate y de intercambio de ideas en el ámbito de la solidaridad y la cooperación internacional, estamos organizando una charla-debate con la participación de Juan Hernández Zubizarreta. 

Juan es profesor de la Universidad del País Vasco y miembro del Instituto de Estudios sobre Desarrollo y cooperación Internacional, Hegoa. Se ha especializado en el estudio de las transnacionales, habiendo publicado numerosos artículos y varios libros sobre el tema como: “Diccionario crítico de empresas transnacionales” o “Empresas transnacionales en América Latina”. 

Los detalles sobre la charla los publicaremos en las próximas semanas. Para abrir boca, les ofrecemos los enlaces de varios artículos publicados por el ponente sobre la temática a tratar. 

file:///C:/Users/Usuario/Downloads/empresastransnacionalesenamericalatina.pdf

file:///C:/Users/Usuario/Downloads/haciaunnuevomodelodedesarrollo%20(1).pdf


martes, 28 de enero de 2014

CHARLA-DEBATE: VIII EDICIÓN FORO MIGRANCES Y SITUACIÓN POLÍTICA EN MALI

Juan Montero estará en el Café D´Espacio el próximo viernes 31 a las 19.30 horas. 

Entre los días 16 y 18 de diciembre de 2013 se celebró en Bamako (Malí) la Octava Edición del Foro Migrances bajo el lema: “Reconciliación, reconstrucción y seguridad humana en Mali: Diálogo entre migrantes, sociedad civil y autoridades”. Este Foro comenzó a realizarse en el año 2006 tras los acontecimientos acaecidos un año antes en las vallas de Ceuta y Melilla y que acabaron con la vida de varios emigrantes.
Coincidiendo con las fechas de celebración de este Foro, tuvo lugar la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Mali con las que se pretendía cerrar la crisis abierta en el país tras el golpe de Estado del 22 de marzo de 2013.
El compañero Juan Montero participó en el citado Foro y presentó una ponencia titulada "Canarias, plataforma de agresión" en la que denunciaba la progresiva militarización de Canarias y el uso geoestratégico de nuestro territorio.

Desde el Foro Solidaridad 2.0 nos ha parecido interesante aprovechar esta oportunidad para conocer de cerca el desarrollo de los debates del Foro Migrances 2013 así como la situación política en Mali. Con esta actividad pretendemos seguir contribuyendo al encuentro y debate entre las personas y colectivos interesados en la causa de la solidaridad internacional. Por ello les invitamos a participar en la charla-debate que tendrá lugar el próximo viernes 31 de enero a  las 19.30 horas en el Café d’Espacio.

lunes, 13 de enero de 2014

Manifiesto del Foro Solidaridad 2.0

El Foro Solidaridad 2.0 nace al calor de la preocupación de un grupo de personas vinculadas a diferentes colectivos de solidaridad y/o cooperación internacional, sobre la instrumentalización de las políticas de cooperación, de su débil y contradictorio papel a favor del desarrollo de los pueblos y de la crítica misma del concepto de desarrollo que orienta la mayoría de los proyectos de cooperación.

Nuestra visión crítica de la cooperación se asienta en el rechazo a su utilización como forma de legitimación de los estados donantes ante su propia ciudadanía, del dominio del enfoque privado sobre las políticas públicas y de la degradación de la solidaridad transformada en una forma individual de consumo.
Pretendemos ser un colectivo que trabaja desde la perspectiva de la solidaridad internacionalista. Basada en la denuncia del orden económico y político internacional, así como en una posición independiente y crítica respecto a las políticas exteriores y de cooperación de los gobiernos.
Creemos que ya no es posible seguir anclados/as en una solidaridad de carácter paternalista, en donde los llamados países del norte nos solidarizábamos con la situación de nuestros hermanos y hermanas del sur, sino que ahora, en gran medida por la crisis, nos reconocemos como sur, nuestros problemas son los suyos, estamos ante una solidaridad más primigenia y de apoyo mutuo.
Entendemos por solidaridad el conjunto de acciones emprendidas por un grupo de actores sociales en apoyo a poblaciones que sufre una situación de vulnerabilidad social. Acciones encaminadas a lograr la emancipación de ese grupo de personas, a lograr el cese de la amenaza de interferencia arbitraria por parte de otros agentes o grupos de agentes en posición social dominante. Para nosotros/as, a diferencia de la caridad, la solidaridad tiene una dimensión política. Pues implica una voluntad de acabar con el estado de vulnerabilidad de un grupo social, lo que a su vez implica, una voluntad de cambio socioeconómico, político y jurídico-institucional.
Hoy, tanto el incremento de la inseguridad humana, como los nuevos conceptos del desarrollo y de la sostenibilidad han abierto una brecha en las convenciones existentes situando los retos de la solidaridad en un plano distinto. Es cada vez más aceptado que el camino hacia un desarrollo humano sostenible  en el mundo difícilmente podrá ser transitado sin alterar las pautas de funcionamiento sobre las que se ha asentado el bienestar de los países ricos. En estas circunstancias, hablar de solidaridad cobra mucho más sentido que hablar de ayuda. Los retos del desarrollo aparecen hoy directamente relacionados con la redistribución de los recursos y no tanto con la transferencia de éstos de unas sociedades hacia otras.
Durante varias décadas, la misión fundamental de las llamadas ONGDs se ha centrado en la transferencia de recursos hacia los países del Sur, jugando un papel complementario al llevado a cabo por los gobiernos, mediante la puesta en marcha de proyectos y programas de carácter fundamentalmente asistencial. Sin embargo, esta manera de actuar en el campo de la cooperación, generadora de no pocas inercias, ha comenzado a entrar en crisis como consecuencia de los cambios producidos en la economía y la política mundiales.

De una concepción del desarrollo basada en buena medida en la acción de los poderes públicos y los organismos multilaterales, se ha pasado a otra en la que la liberalización económica y el desmantelamiento del Estado constituyen las principales señas de identidad. Y de una concepción de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) basada en el fortalecimiento de las políticas de desarrollo se ha pasado a otra en la que la acción humanitaria ocupa la mayor parte de los esfuerzos. Esto último, en buena medida, es la consecuencia del desamparo en el que las políticas liberalizadoras han dejado a centenares de millones de personas en todo el mundo. Una inseguridad caracterizada por la ausencia de medios de subsistencia, por el aumento de las desigualdades, por las crisis medioambientales, por los desplazamientos masivos y forzados de población, por el aumento de los conflictos, la generalización de la violencia y la violación de los derechos humanos.

En este nuevo contexto en el que se inserta la cooperación al desarrollo de nuestros días, la acción política cobra una importancia cada vez mayor. Frente al concepto tradicional de cooperación que ha descansado sobre la idea de países donantes y países receptores, de unos que podían aportar recursos y conocimientos que los otros no tenían se impone la necesidad de generar acciones que impulsen una solidaridad basada en el empoderamiento, en la apuesta por contribuir a la expansión de las capacidades y libertades humanas.

Desde la década de los 90 se han venido desarrollando experiencias novedosas de solidaridad internacional, en muchas de las cuales confluyen las ONGs, los sindicatos y los nuevos movimientos sociales. Movimientos como el pacifista, feminista o ecologista han abierto las puertas a nuevas formas de solidaridad y cooperación internacional que trascienden los márgenes del internacionalismo clásico y asumen otras preocupaciones como las relaciones de género o los problemas medioambientales.

La tarea de fortalecer las sociedades del sur, de promover la expansión de sus capacidades y libertades, requiere un tipo de solidaridad en la que todos los agentes sociales, y no sólo las ONGDs, tienen un papel que jugar. La lucha a favor del desarrollo humano sostenible requiere del concurso de un amplio abanico de agentes sociales tanto de los países ricos como de los más desfavorecidos.
Las tendencias a patrimonializar las acciones de cooperación concretadas en programas y proyectos deberían, desde nuestra perspectiva, dejar paso a una nueva orientación del trabajo basada en la preocupación por socializar la solidaridad, por incorporar a nuevos sectores a ésta. Para ello es preciso favorecer la idea de que todo el mundo tiene un hueco y un papel en la solidaridad, más allá de aportar dinero.
La solidaridad en la lucha por el desarrollo humano sostenible requiere más de la participación activa que del dinero. Y, por otra parte, éste siempre será mayor si la sociedad y sus diferentes organizaciones asumen una mayor corresponsabilidad  en la tarea de la cooperación. Se impone una acción coordinada y de gran calado a favor de una globalización de la solidaridad, que no puede quedarse en bellos discursos, sino que tiene que afrontar el debate sobre cuestiones concretas como la biodiversidad y la gestión global del medio ambiente, las desigualdades de género, la protección universal de los derechos humanos, la legislación sobre  el comercio o las inversiones extranjeras, la protección de los pueblos originarios, la deuda externa, los derechos laborales y, en general, todos aquellos asuntos que pueden condicionar el futuro de millones de personas.
Como foro de encuentro y debate pretendemos fortalecer la coordinación de acciones y la participación crítica de todas aquellas personas preocupadas por estas cuestiones. De quienes apuestan de manera decidida por la defensa de una cooperación solidaria y desinteresada, frente a visiones de la misma más condicionadas por intereses políticos o comerciales. Empeñados/as en la consolidación de un tejido social de cooperación y solidaridad preocupado por los fines, inquieto intelectualmente y altamente comprometido.
La solidaridad es hoy, más que nunca, una cuestión de compromiso. Compromiso con los/as más desfavorecidos/as, compromiso emancipador, compromiso político en la lucha por establecer un marco en el que la equidad, la justicia social, los derechos humanos y la preservación del medio ambiente sea la norma y no la excepción. Apostando por un enfoque alternativo que afirma la autonomía y la capacidad de crítica de las organizaciones y colectivos de solidaridad ante cualquier gobierno y que valora a éstos, no sólo por la cantidad de fondos de AOD, sino sobre todo por sus estrategias de cooperación y, muy especialmente, por la “coherencia de políticas” en el conjunto de la acción gubernamental. Éste es nuestro enfoque del compromiso solidario, el que creemos que corresponde a los colectivos que quieren ser “agentes de trasformación social”.
En plena era digital estas tareas no se pueden acometer sin instrumentos que faciliten la interacción entre las personas y colectivos interesados. El apelativo 2.0 quiere ser una señal inequívoca de nuestra apuesta por la comunicación bidireccional, por los espacios de debate y de intercambio de ideas, por la interacción fluida entre quienes estamos convencidos y convencidas- como concluyen los autores del libro en torno al que empezamos a debatir quienes impulsamos este foro- de que aún es posible una cooperación solidaria basada en una relación social y política igualitaria, articulada en las luchas y los movimientos sociales. Enlazando alternativas y trabajando por la revolución que necesita el siglo XXI para que todos los seres humanos vivan dignamente y en paz con la naturaleza[1].

Las Palmas de Gran Canaria, a 11 de mayo de 2013.



[1] Miguel Romero y Pedro Ramiro (2012): “Pobreza 2.0 Empresas, estados y ONGD ante La privatización de la cooperación al desarrollo” Icaria. Más Madera. Barcelona. 

domingo, 12 de enero de 2014

EL PODER DE LAS TRANSNACIONALES

LA GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL HA CREADO UN CONTEXTO DE IMPUNIDAD DE LAS TRANSNACIONALES.

Juan Hernández Zubizarreta, Erika González, Pedro Ramiro. Editores del “Diccionario crítico de empresas transnacionales” (Icaria, 2012).

En los últimos cien años, mientras ha ido avanzando el capitalismo global y los Estados-nación han venido cediendo parte de su soberanía en cuanto a las decisiones socioeconómicas, las empresas transnacionales han logrado ir consolidando y ampliando su creciente dominio sobre la vida en el planeta. Y es que aunque, en realidad, los antecedentes de lo que hoy son las compañías multinacionales pueden situarse varios siglos atrás –se habla de la existencia de empresas de este tipo ya a finales de la Edad Media, con los ejemplos de la Banca de los Médici o la Compañía de Indias–, no es hasta finales del siglo XIX y principios del XX, cuando compañías estadounidenses como General Electric, United Fruit, Ford y Kodak comienzan a extender sus negocios fuera de su país de origen, en que las grandes corporaciones empiezan a adquirir un papel de extraordinaria relevancia en el concierto internacional. Y eso se potencia, especialmente, en las tres últimas décadas del siglo pasado y en lo que va de este, ya que el avance de los procesos de globalización económica y la expansión a escala planetaria global de las políticas neoliberales han servido para construir un entramado político, económico, jurídico y cultural, a nivel global, del que las empresas transnacionales han resultado ser las principales beneficiarias.

Las transnacionales tienen una extraordinaria influencia sobre la sociedad en el terreno cultural y en el plano jurídico Es evidente el poder que, en términos económicos, tienen las corporaciones transnacionales. Basta comprobar, por ejemplo, cómo la mayor empresa del mundo, Wal-Mart, maneja un volumen anual de ventas que supera la suma del Producto Interior Bruto de Colombia y Ecuador, mientras la petrolera Shell tiene unos ingresos superiores al PIB de los Emiratos Árabes Unidos. Asimismo, las compañías multinacionales disponen de un innegable poder político: son moneda de uso corriente las estrechas relaciones entre gobernantes y empresarios, no hay más que ver cómo, por citar solo algunos casos, los expresidentes González, Aznar, Blair y Schröder han entrado en el directorio de corporaciones como Gas Natural Fenosa, Endesa, JP Morgan Chase y Gazprom, respectivamente; de la misma manera que, en sentido contrario, Mario Draghi y Mario Monti pasaron de Goldman Sachs a las presidencias del Banco Central Europeo y del gobierno italiano.

Igualmente, las empresas transnacionales poseen una extraordinaria influencia sobre la sociedad tanto en el terreno cultural –las grandes compañías emplean la publicidad y las técnicas de marketing para consolidar su gran poder de comunicación y persuasión en la sociedad de consumo– como en el plano jurídico: los contratos y las inversiones de las multinacionales se protegen mediante una tupida red de convenios, tratados y acuerdos que conforman un nuevo Derecho Corporativo Global, la llamada lex mercatoria, con el que las grandes corporaciones ven cómo se protegen sus derechos a la vez que no existen contrapesos suficientes ni mecanismos reales para el control de sus impactos sociales, laborales, culturales y ambientales.

Ha de avanzarse en la reflexión y la construcción de alternativas que nos permitan mirar más allá del capitalismo.

Todo este poder que han acumulado las empresas transnacionales se ha venido acrecentando, de forma acelerada, desde los años setenta hasta hoy. Esto es, desde que con la aplicación de las medidas económicas promovidas por Milton Friedman y la Escuela de Chicago, el neoliberalismo fue imponiendo su ideología por todo el globo aprovechando los golpes militares, las guerras, las catástrofes naturales y las sucesivas crisis económicas para introducir drásticas reformas sin apenas oposición popular en el marco de “la doctrina del shock”. En los últimos cuatro años, desde que estalló el crash financiero global, y siguiendo la máxima de “privatizar las ganancias y socializar las pérdidas”, las instituciones que nos gobiernan están aplicando en Europa las mismas políticas que se llevaron a cabo en los países periféricos en las décadas de los 80 y 90: reformas laborales que recortan derechos laborales básicos, modificación del sistema de jubilaciones para favorecer los planes de pensiones privados, aumento de los impuestos indirectos y de la fiscalidad sobre las rentas del trabajo, reducción de la tributación de empresas y grandes fortunas, mercantilización de los servicios públicos que todavía quedan por privatizar, eliminación de la inversión pública en educación, sanidad, cooperación, dependencia, etcétera.
De este modo, mientras se inyectan presupuestos públicos millonarios a las mismas empresas que durante todos estos años se han beneficiado de la falta de regulación del sistema económico y financiero, la crisis es la excusa para avanzar con más fuerza en el desmantelamiento del Estado del Bienestar, la privatización de los bienes comunes y la apertura de puertas al capital transnacional para que pueda controlar más y más cuestiones que tienen que ver con los derechos fundamentales de la ciudadanía.

Las compañías multinacionales controlan los sectores estratégicos de la economía mundial: la energía, las finanzas, las telecomunicaciones, la salud, la agricultura, las infraestructuras, el agua, los medios de comunicación, las industrias del armamento y de la alimentación. Y la crisis capitalista no ha hecho sino reforzar el papel económico y la capacidad de influencia política de las grandes corporaciones, que tan pronto hacen negocio con los recursos naturales, los servicios públicos y la especulación inmobiliaria, como con los mercados de futuros de energía y alimentos, las patentes sobre la vida o el acaparamiento de tierras. Asistimos a una crisis sistémica que no es solo económica, sino también ecológica, social y de cuidados, que está produciendo estragos en las condiciones de vida de la mayoría de la población mundial.
En este complejo contexto, resulta imprescindible continuar con la investigación, el análisis, la denuncia y la movilización en contra de los abusos que cometen las empresas transnacionales en su expansión por todo el globo. Porque, lejos de debilitarse con la actual crisis económica y financiera, el hecho es que las grandes corporaciones continúan fortaleciendo su poder e influencia en nuestras sociedades gracias a sus renovadas estrategias corporativas y a la constante aplicación de nuevos modelos de negocio. Por eso, a la vez que se profundizan las desigualdades y las mayorías sociales ven cómo sus derechos quedan relegados frente a la protección de los intereses comerciales y los contratos de las compañías multinacionales, se hace más necesario que nunca fortalecer las luchas y resistencias en contra de las empresas transnacionales. A la vez, ha de avanzarse en la reflexión y la construcción de alternativas socioeconómicas que nos permitan mirar más allá del capitalismo, abriendo ventanas hacia esos otros modelos posibles, otras realidades que no pasen por situar a las grandes corporaciones en el centro de la actividad de la sociedad sino que, justamente al contrario, las desplacen a un lado para colocar en su lugar a las personas y a los procesos que hacen posible la vida en nuestro planeta.

Un mercado controlado por pocas empresas.

¿Qué son las transnacionales? Una empresa transnacional (o multinacional) es aquella empresa que está constituida por una sociedad matriz creada conforme a la legislación del país en que se encuentra instalada, que se implanta a su vez en otros países mediante inversión extranjera directa, sin crear empresas locales o mediante filiales, de acuerdo a las leyes del país de destino. Aunque tenga la apariencia jurídica de una pluralidad de sociedades, en lo esencial se constituye como una unidad económica con un centro único con poder de decisión.

El poder en pocas manos En el año 2010, había 80.000 empresas transnacionales en todo el mundo, que controlaban 810.000 compañías filiales. Eso sí, a pesar de que existen miles de transnacionales en el mercado global, apenas unos cientos de ellas controlan a las demás: 737 multinacionales monopolizan el valor accionarial del 80% de total de las grandes compañías del mundo, y solo 147 controlan el 40% de todas ellas.


Publicado en el periódico DIAGONAL, noviembre 2013.